Porque seamos honestos: el cuerpo quiere, el cerebro se desconecta y cuando el placer se va… llega la cruda moral, existencial y hasta económica.
Aquí van 10 cosas que todos hemos hecho cuando el fuego interno habla más fuerte que la lógica (o la dignidad):
1. Escribirle a tu ex como si fuera la única persona en el planeta con genitales
“Ey, ¿te acuerdas de esa vez que…?”
Claro que se acuerda, y también recuerda por qué te bloqueó 3 veces. Pero el diablo en tu entrepierna no conoce de bloqueos emocionales.
2. Mandar nudes… que parecen sacados de una película clase B

Luz tenue, cara de “ven y destrúyeme emocionalmente”, y un ángulo que ni sabías que tenías.
Después, la paranoia de “¿y si lo reenvía?”, “¿y si lo ve su abuela?”, “¿y si aparece en Reddit?”
3. Tener sexo con alguien solo porque “está ahí”
Ni química, ni futuro, ni ganas. Solo carne, sudor y un arrepentimiento que huele a culpa y a lubricante barato.

4. Viajar kilómetros solo para un rapidín
Gasolina, tráfico, riesgo de asalto y un polvo que duró menos que un TikTok. Y tú regresando a casa con la batería baja y el alma vacía.
5. Hacer llamadas calientes que se sintieron como leer un fanfic cringe
Empiezas sensual… y terminas diciendo cosas como “te haría cosas sucias… como lavar tus platos en tanga”.
Cringe asegurado. Pero caliente tú, no pensante.

6. Meterte con alguien del trabajo y luego evitarlo en los pasillos
Todo parecía emocionante… hasta que compartieron un Zoom y tú solo podías pensar en cómo gemía mientras hablaban del KPI.
7. Buscar en redes a tu “amor platónico” de la secundaria y mandarle un DM indecente
Spoiler: está casado, tiene tres hijos y te dejó en visto. Bienvenido a la dimensión del arrepentimiento tóxico.
8. Hacer cosas extremas “por amor” (cuando en realidad era solo lujuria)
Te hiciste un tatuaje, aprendiste BDSM en una noche, fingiste que te gustaba el horóscopo… solo porque esa persona te puso una mano en la pierna.
9. Ver porno en lugares donde claramente no deberías
Como el baño de la oficina, el transporte público o… la casa de tus suegros. Si no sientes miedo de ser descubierto, ¿realmente estás vivo?
10. Hacer sexting tan intenso que terminas sudando, solo, y cuestionándote todo
Culminas solo, con la cara roja, el celular lleno de sudor digital y una sensación de vacío más profunda que tu bandeja de entrada.
🔥 Moraleja: el deseo es poderoso, pero la dignidad es frágil. Así que la próxima vez que tu cuerpo te diga “hazlo”, pregúntate si tu yo del futuro te va a aplaudir… o te va a bloquear.