Porque cuando creías que ya no quedaban tierras por descubrir, la ciencia te sorprende con una isla del tamaño de Islandia escondida bajo el mar. Esto es lo que sabemos sobre este hallazgo que podría cambiar la geografía (y economía) de Brasil.
1. Una isla del tamaño de Islandia bajo el Atlántico Sur
Científicos brasileños y británicos han descubierto una enorme meseta submarina, conocida como la “Elevação Grande Rio”. Está ubicada a unos 1.200 kilómetros de la costa de Brasil y su tamaño es comparable al de Islandia. Sí, la que tiene volcanes y Björk.
2. Sumergida a 650 metros bajo el nivel del mar
Esta isla hundida está actualmente a unos 650 metros bajo el agua. Pero todo indica que, en algún punto de la prehistoria, estuvo sobre la superficie. Tal vez era la «Isla Secreta de los Dinosaurios», pero eso ya es especulación de YouTube.
3. Arcilla roja: la pista que lo cambió todo
El descubrimiento clave fue la arcilla roja, que solo se forma en tierra firme. Es como encontrar ketchup en el fondo del océano: algo no cuadra. Esa arcilla indicó que, efectivamente, eso estuvo seco… hace millones de años.
4. Formación volcánica con 80 millones de años de antigüedad
La meseta se originó por actividad volcánica hace unos 80 millones de años, en una época en la que aún existía el supercontinente Gondwana. Luego, como un meme sin likes, fue enterrada y olvidada bajo el mar.
5. Potencial económico: tiene minerales valiosos
La región es rica en ferromanganeso, un recurso que sirve para hacer acero, baterías y más. Es decir, Brasil podría estar literalmente sentado sobre una fortuna submarina, esperando a ser explotada (legalmente, claro).
6. Brasil quiere ampliar su “patio trasero” marítimo
Gracias a este hallazgo, el gobierno brasileño puede pedir más kilómetros de zona económica exclusiva ante la ONU. Lo que significa: más minerales, más control y más problemas diplomáticos con quien se acerque demasiado.
7. Este hallazgo reescribe la geografía del Atlántico Sur
Lo que parecía una zona aburrida del océano ahora podría ser el centro de estudios geológicos, diplomáticos y económicos. Porque sí: el mundo todavía guarda secretos, y algunos son tan grandes como una isla entera sumergida.